Este año, Scratch House celebra un siglo de historia. Remontarnos a su origen nos hace viajar en el tiempo a 1920, cuando el mundo era muy diferente al que conocemos hoy.
En esa época, el camino que unía la ciudad de Córdoba con Villa Allende era de tierra y solamente existían algunas casas de descanso de las familias más influyentes de la región y pequeños comercios de cercanía.
Es importante mencionar que el país vivía una época de esplendor, su economía reflejaba un gran crecimiento y una prosperidad que generaba admiración entre los países más desarrollados.
No solo crecía el sector agropecuario, sino también la industria, el comercio y las actividades culturales, lo que estimulaba una fuerte inmigración desde diversos lugares del mundo. Argentina se había transformado en un país confiable y en un destino atractivo para construir el futuro.
Los inicios: una casa para personajes ilustres
Curiosamente, en esta propiedad convertida en hotel boutique en el año 2019, vivieron solo tres familias diferentes durante sus 100 años de vida.
Entre los años 1918 y 1919, la familia de inmigrantes daneses de apellido Ditlevsen, fundadores del Córdoba Golf Club, construyeron una casa de veraneo en la localidad de Villa Allende.
La casona fue concebida con el inconfundible estilo “Neo Tudor” inglés y diseñada por el arquitecto danés Morten Ronnow, también autor de varias obras de gran valor arquitectónico en Argentina, como el edificio Otto Wulff en Buenos Aires.
Los Ditlevsen, al cabo de unas décadas, vendieron la propiedad al reconocido abogado Guillermo Rothe, un exitoso profesional muy activo políticamente: fundador del partido Demócrata Nacional, fundador del Jockey Club de Córdoba, diputado, senador y ministro nacional en diversas ocasiones y amigo personal de Ramón J. Cárcano.
Este antecedente, nos hace suponer que debió haber invitado a sus relaciones sociales y múltiples personalidades de Córdoba y de la Nación, a visitar la casa en esa época.
Años más tarde, Manuel Tagle, pionero de la industria automotriz cordobesa, le compra a Rothe la casona de descanso para su familia. Manuel Tagle (hijo) recuerda al respecto:
“La casa fue disfrutada en los largos veranos por nuestra familia. Mi madre, Nora, tuvo un especial cariño y dedicación por ella. Entiendo que fue la responsable de que nuestro padre hiciera el esfuerzo de comprarla (…) había frutales, una huerta, un buen gallinero y una leñera. Todo a la vieja usanza. Hasta el césped del parque, se cortaba con una avanzada cortadora tirada por un caballo.”
Guillermo Rothe vendió la propiedad a la familia Tagle con el mobiliario incluido. La mayoría de esos muebles son los que hoy forman parte del encanto de la casa, otorgándole esa cálida tradición que solo se produce con el paso del tiempo. También se mantiene el imponente parque original, con grandes árboles autóctonos y otras especies exóticas, que le confieren un atractivo muy especial.
En 2019, las habitaciones de la casona fueron acondicionadas y restauradas -conservando su esencia- para desarrollar Scratch House, nuestro “petit hôtel” diseñado para el turismo de calidad y pensado para todas aquellas personas que quieran revivir el ambiente de una época dorada y disfrutar de las apacibles Sierras de Córdoba a la vez.
“Cada rincón, tiene el inevitable condimento de vivencias personales y familiares, íntimamente ligadas a los hechos históricos que la atravesaron. Hoy, 100 años después de su creación, las puertas de Scratch House siguen abiertas, para continuar escribiendo su historia junto a todos aquellos que deciden visitarla.”
Manuel Tagle (h)
Agradecemos especialmente a Manuel Tagle (hijo), por hacernos llegar el valioso relato en primera persona sobre la historia de Scratch House.